Asistimos a un proceso de intensificación agropecuario, impulsado por el crecimiento económico de la producción exportable, que presenta impactos sobre la sustentabilidad, considerando aspectos económicos, sociales y ambientales. Esto se inscribe en una situación mundial de mayor inestabilidad en relación a lo producción de alimentos debido a la globalización del sistema alimentario, el agotamiento y/o degradación de la recursos naturales y los impactos del cambio climático.
Mitigar los impactos dentro del modelo de producción predominante es necesario, pero no suficiente, existen beneficios para el conjunto de la sociedad en promover la transición hacia nuevas formas de organizar la producción, distribución y consumo del sector integrando un enfoque agroecológico.
La experiencia nacional en producción ecológica u orgánica, las acciones de conservación y reproducción de semillas de variedades criollas y nativas, la defensa de la calidad de vida y de los ecosistemas de diversos grupos sociales, la demanda de los consumidores por productos inocuos y de bajo impacto ambiental, son fuerzas que impulsan la opción agroecológica y justifican un proceso de transición que asegure la condición de país productor de alimentos con sustentabilidad.
Teniendo como base la trayectoria de ambas redes en la promoción de la agroecología y el rescate de variedades criollas y plantas nativas, así como en el desarrollo de sistemas productivos agroecológicos u orgánicos en predios familiares que hoy comercializan en diversos mercados -desde ferias locales y canastas, a grandes superficies- decidimos trabajar conjuntamente en la elaboración de una propuesta para la implementación de un Plan Nacional de Agroecología [En su programa de gobierno para el período 2015-2020, el Frente Amplio se comprometió a “Implementar un Plan Nacional para la promoción de la Agroecología y la Agricultura Orgánica. El mismo priorizará las áreas rurales cercanas a pueblos y ciudades, cuencas utilizadas como fuentes de agua para uso humano, áreas de interés por su biodiversidad y zonas de concentración de agricultores familiares. Facilitará procesos de transición hacia la producción agroecológica y fortalecerá las experiencias ya existentes. Serán actores centrales los productores rurales, en especial agricultores familiares, jóvenes y mujeres rurales. Integrará sectores interesados en la seguridad alimentaria y nutricional, la soberanía alimentaria y la salud así como la conservación ambiental. El Plan será objeto de una intervención transversal, involucrando los ministerios vinculados a la producción agropecuaria, ambiente, ordenamiento territorial, salud pública, políticas sociales, educación, relaciones exteriores; gobiernos locales e instituciones de investigación y desarrollo. Contará con un ámbito de participación y control social, integrando representantes de los sectores sociales involucrados”.].
Comentarios: Actualmente existe vigente un decreto del MGAP que regula parcialmente aspectos de la certificación de productos orgánicos. Tanto en los países desarrollados como en América Latina existen marcos legales que promueven el desarrollo del sector y en los lugares donde este tipo de agricultura está más consolidada existen múltiples actores institucionales y sociales participando y articulando en actividades económicas, investigación, extensión, educación, cuidado del ambiente y la salud.
Comentarios: Es necesario articular y coordinar planes, programas, acciones y recursos públicos que se desarrollan en varias instituciones como por ejemplo Ministerios (MGAP, INC, INIA; MVOTMA, MEC, MSP), Intendencias, Municipios, Universidad, ANEP.
Se proponen como objetivos de la política:
Se proponen como instrumentos del Plan:
Brasil aprueba en 2012 la Política Nacional de Agroecología y Producción Orgánica e implementa un Plan Nacional de Agroecología y Producción Orgánica con integración de una Cámara Interministerial donde participan varios Ministerios y Secretarías, coordinados por el Ministerio de Desarrollo Agrario y con participación de la sociedad civil. Dispone de un presupuesto de U$S 2.900.
Argentina y Costa Rica fueron de los primeros países latinoamericanos en implementa marcos legales para la producción orgánica.
Chile, Perú, Bolivia, Paraguay y México tienen marcos legales desarrollados y Consejos o comisiones en agricultura orgánica.
En América Latina es muy relevante el sector exportador de productos orgánicos por lo que se da importancia al control y certificación de alimentos orgánicos, para adecuarse a los requerimientos de los principales mercados mundiales: Estados Unidos, Europa y Japón.
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura apoya el desarrollo del sector a través de una Comisión Interamericana de Agricultura Orgánica.
La FAO está organizando reuniones regionales en el mundo (en América Latina será en Brasilia, 24 al 26 de junio) para impulsar la agroecología en el entendido de que “La Agroecología continua creciendo, tanto en la ciencia como en las políticas. Es un enfoque que ayudará a hacer frente al desafío de terminar con el hambre y la malnutrición en el marco de la necesaria adaptación al cambio climático” Director General de la FAO José Graziano da Silva.
Naciones Unidas, a través de Olivier de Schutter, relator especial de las Naciones Unidas para el derecho a la alimentación afirmaba, en su informe “La agroecología y el derecho a la alimentación”, presentado en marzo del 2011, que “los agricultores pequeños podrían duplicar la producción de alimentos en una década si utilizaran métodos productivos ecológicos” y añadía “se hace imperioso aplicar la agroecología, para poner fin a las crisis alimentarias y ayudar a afrontar los retos vinculados a la pobreza y al cambio climático”.
En su programa de gobierno para el período 2015-2020, el Frente Amplio se comprometió a “Implementar un Plan Nacional para la promoción de la Agroecología y la Agricultura Orgánica. El mismo priorizará las áreas rurales cercanas a pueblos y ciudades, cuencas utilizadas como fuentes de agua para uso humano, áreas de interés por su biodiversidad y zonas de concentración de agricultores familiares. Facilitará procesos de transición hacia la producción agroecológica y fortalecerá las experiencias ya existentes. Serán actores centrales los productores rurales, en especial agricultores familiares, jóvenes y mujeres rurales. Integrará sectores interesados en la seguridad alimentaria y nutricional, la soberanía alimentaria y la salud así como la conservación ambiental. El Plan será objeto de una intervención transversal, involucrando los ministerios vinculados a la producción agropecuaria, ambiente, ordenamiento territorial, salud pública, políticas sociales, educación, relaciones exteriores; gobiernos locales e instituciones de investigación y desarrollo. Contará con un ámbito de participación y control social, integrando representantes de los sectores sociales involucrados”.